Qué ver en San Sebastián en 1 día
San Sebastián es la ciudad perfecta para recorrerla a pie. Con algo más de 3 km. de distancia, podrás disfrutar de la espectacular Bahía de La Concha, entre el Monte Urgull y el Monte Igeldo, pasando por el Palacio de Miramar y terminando al final de la ciudad donde podrás contemplar el espectacular Peine del Viento. Además, justo detrás del Real Club de Tenis de San Sebastián podrás subir al Monte Urgull a través de su funicular, el más antiguo de todo el País Vasco.
Ayuntamiento de Donostia y sus jardines
Nuestra visita por San Sebastián comienza en el Ayuntamiento, inaugurado en el 1897 como casino, atrajo a grandes personajes como el Rey de Bélgica Mata Hari o Rotschill entre otros hasta el 1924, año en el que se prohibió el juego.
Fue en el 1947 cuando se convirtió en Casa Consistorial, rodeada por los jardines Alderdi Eder, una de las estampas más típicas de Donostia. Dichos jardines están compuestos por diferentes conjuntos florales acompañando a los ya típicos árboles de San Sebastián, los tamarindos.
En los mismos jardines también encontramos la plaza de Cervantes con una escultura de Don Quijote y Sancho Panza además de unas espectaculares vistas a la Bahía de La Concha.
Paseo de la Concha, Bahía y Playa de la Concha
Nuestro recorrido continúa precisamente por la Playa de la Concha, la joya donostiarra por excelencia y uno de los mayores emblemas de San Sebastián. Con algo más de 1,5 km de paseo, podremos contemplar las fantásticas vistas hacia el Monte Urgull, la Isla de Santa Clara o el Monte Igueldo.
Tanto la playa como la bahía deben su nombre a la similitud de su forma con la de una concha si las vemos desde el aire. La playa es de aguas poco profundas aunque lo que realmente llamará nuestra atención son las mareas ya que en marea baja la superficie útil aumenta considerablemente dejando ver uno de los marcos más bonitos e incomparables de San Sebastián.
Palacio de Miramar y el Pico del Loro (Loretopeko)
Al final del Paseo de la Concha y justo después del túnel, a mano derecha podremos acceder a través de unas escaleras al Pico del Loro y el Palacio de Miramar.
El Pico del Loro es una colina de los jardines del Palacio de Miramar que separan la playa de La Concha con la playa de Ondarreta. Su nombre original es Pico de Loretopea y proviene de la ermita dedicada a la Virgen de Loreto y que estuvo ahí hasta el 1876 cuando se empezó a construir el palacio.
El Palacio de Miramar fue construido a petición de la Reina María Cristina de Austria en el año 1893 para veranear en Donostia. Los exteriores del palacio se caracterizan por los jardines de verde intenso decorados con centros de flores y hortensias, además de sus impresionantes vistas a la Bahía de la Concha.
Playa de Ondarreta y Peine del Viento
Saliendo por las escaleras del Palacio de Miramar, justo por donde hemos entrado al Pico del Loro, avanzaremos hacia el oeste de la ciudad recorriendo el paseo de la playa de Ondarreta.
Pasaremos por delante del Real Club de Tenis de San Sebastián y justo al final podremos contemplar el Peine del Viento. Un conjunto de tres esculturas de acero diseñadas por Eduardo Chillida.
Un lugar donde las olas del mar se baten entre las rocas y las esculturas de diez toneladas de peso cada una. En los días en los que el mar está más enfurecido, el Peine del Viento se convierte en una representación única donde las olas bailan entre las púas de las esculturas al son del siseo del viento.
Funicular Monte Igueldo y Parque de Atracciones
Volveremos a recorrer el paseo del Peine del Viento y justo después de pasar el Real Club de Tenis de San Sebastián, tendremos que girar a la derecha para poder subir al Monte Igueldo mediante su funicular. El más antiguo del País Vasco y que todavía conserva toda su esencia y funcionamiento de cremallera con vagones de madera.
Una vez arriba del Monte Igueldo, podremos contemplar las mejores vistas de San Sebastián así como disfrutar como niños en su parque de atracciones. No esperes atracciones espectaculares a grandes velocidades, el parque de atracciones te sumergirá en un mundo de fantasía con sus veinte atracciones retro guardando la esencia y la belleza de los parques de atracciones de principios del siglo XX.